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viernes, 25 de febrero de 2011

DISCURSO EN LA GRADUACION DE COMPUTACIÓN


Muy buenas noches,
Señor Director del IST el Buen Pastor, autoridades del Instituto, profesores, invitados, señoras y señores, estimados egresados:
Hoy concluye una de las etapas más importantes de la vida de ustedes. Son 32 egresados que recibirán la constancia de egresado, el cual les permitirá desempeñarse en el mundo laboral. Supongo, que en estos momentos tienen una mezcla de sensaciones y pensamientos. No sé cuáles son, y mal podría interpretarlos fielmente, pero sí, puedo contarles algo de mi recuerdo de esa experiencia.
Cuando me titulé en la universidad, salí cargado de esperanzas, expectativas, y también, temores. Tenía la inquietud de salir al mundo para entregar lo que había aprendido como estudiante, y volcar mi energía como profesional, pensando en cuál sería el lugar que me tocaría ocupar en la sociedad. Después de ejercicio académico y profesional, he llegado a convencerme que gran parte de ese espacio, lo construimos nosotros mismos, dependiendo de nuestros intereses y posibilidades.
Ciertamente, este momento es el resultado de tres años de esfuerzo personal y familiar, que se ven recompensados con la obtención dentro de muy poco del título profesional, el cual acredita que cada uno de ustedes se encuentra capacitado para desempeñarse en el campo de las nuevas Tecnologías de la Información. Por ejemplo:

a)Diseñar, elaborar, gestionar sistemas de administración de base de datos, considerando los criterios de seguridad en la transmisión y el almacenamiento de datos.
b)Administrar las Redes de Cómputo, gestionando la adquisición, instalación y mantenimiento de los componentes de la red informática de acuerdo a los requerimientos de los usuarios y a la disponibilidad presupuestal asignada.
c)Mantener operativos los sistemas de información identificando los sistemas críticos y los recursos asociados, ofreciendo el servicio con un buen tiempo de respuesta y un mínimo de fallas.

Sin embargo, la creciente complejidad del mundo, que a todos nos toca vivir, nos exige mantenernos vigentes. El conocimiento evoluciona en forma muy rápida. Nuevos aportes hacen que lo aprendido hoy, sea insuficiente en algunos años. Ustedes deben estar consientes de esta realidad cambiante que nos afecta cada día.
Aquí también maduraron como personas y, probablemente, en varios casos, concretaron compromisos laborales. Muchos de ustedes con vocación, construirán en el futuro otro gran proyecto, que los hará personas completas: el matrimonio y la familia. El éxito en su vida personal, permítanme decirlo, será un éxito que hará suyo también su Instituto el Buen Pastor, porque la formación que esperamos haber entregado, es una formación cuyo objetivo final es posibilitar el desarrollo espiritual y profesional.
Esto último, tiene que ver con la integridad como seres humanos, condición necesaria para una real capacidad de ser aportes a la sociedad en la que les tocará asumir diferentes funciones, y en las que deberán ser transformadores e innovadores, convirtiéndola en un espacio humano más justo y desarrollado. En ustedes reside hoy gran parte de esta responsabilidad. Tienen en sus manos las herramientas. Sepan usarlas, en aras de una vida mejor.
Quiero insistir en estas ideas y provocarlos a asumir su vida profesional con verdadero compromiso social hacia los más desvalidos de nuestra sociedad. No hay mayor satisfacción del deber cumplido, que el haber hecho algo por los demás.
Les agradezco a ustedes y sus familias el haber elegido al Instituto Superior Tecnológico El Buen Pastor, en la que confiaron su educación. Esperamos haber respondido y ayudado en parte importante de sus inquietudes y en haberles abierto los espacios para su desarrollo personal y profesional.
Felicidades a ustedes, a sus familias y a los más cercanos a sus proyectos que hoy comienzan a hacerse realidad. Demos gracias a Dios por la obtención de esta gran meta que es la de concluir sus estudios.
Antes de terminar, quisiera plantearles un nuevo desafío. Por favor, en la soledad de sus conciencias y a la luz del consejo de Dios, imaginen un mundo mejor, sueñen con él y esfuércense todos lo días, por ser actores protagónicos de ese sueño.
Que Dios los bendiga… siempre.
Nos vemos pronto,
Muchas gracias

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