El resultado de la primera vuelta electoral se puede explicar por los amplios sectores excluidos, cerca del 65% de la poblacion sigue el segmento D y E, desde el punto de vista socio-economico. Si bien es la pobreza ha descendido en un 35% de la poblacion, las desigualdades social siguen siendo un flagelo notorio. En las zonas rurales del Peru la miseria y los niveles de la desigualdad se expresa en el descontento social, la falta de calidad de la educacion, la inseguridad ciudadana y de la salud publica que sigue siendo en muchos casos deficiente, los problemas ambientales que han generado numeros conflictos sociales.
Los fantasmas ya están invadiendo la cotidianeidad de las personas. Las redes sociales se han poblado de mensajes racistas y agresivos. El hecho de que haya personas que piensen diferente a uno es motivo para ser automáticamente calificado de imbécil. Difíciles tiempos los que se vienen para el Perú. La democracia está en riesgo y necesitamos con urgencia revisar nuestros errores como nación e insistir en que cualquier propuesta de desarrollo pasa indefectiblemente por acortar la brecha social que en nuestro país es de proporciones alucinantes. Mientras la exclusión se mantenga en esos niveles, todo proyecto político será necesariamente una continuación de modelos perversos y la condena cierta de repetir los escenarios para que las propuestas violentistas y autoritarias gocen de buena salud.
Fuente: http://www.perumagiayencanto.com/
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