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sábado, 16 de junio de 2012

MI QUERIDO VIEJO


Por este medio quiero testimoniar el afecto de un hijo agradecido, de un hombre que ha llegado a este sitial, porque tuvo la dicha de caminar de la mano de una amorosa madre y de un admirable padre.

No podría ocultar un sentimiento tan noble para mi viejo querido, para el ser que sacrificó sus años mejores porque siempre mantuvo primero el pensamiento de su familia.

Quiero decirles que aquí estamos sus hijos y nietos para reiterarle que hicimos caso de sus consejos, que valoramos sus castigos, que atesoramos sus enseñanzas y que su calidad humana la perennizaremos por siempre en sus sentimientos.

¡Gracias papá, por dar todo lo necesario para comida, salud, estudios…. y, gracias también por las cosas materiales que has negado, así has enseñado a tus hijos a valorar el producto del trabajo humano, para que sean más conscientes y solidarios con los demás!

Hoy ¿lo estas viendo? Somos  tu obra entera, son tus frutos, los que te desean seas muy feliz en este día, que te amamos mucho y que eres el mejor retrato que trataremos de imitar siempre...

¡Feliz día, querido viejo!.

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