Tal vez no sea este el espacio más adecuado para comunicar algo a mis alumnos. Quizás me resulta más cómodo escribir estas palabras que expresarme verbalmente. De todos modos, quiero con esta carta abierta, mostrar mi agradecimiento a un grupo de alumnos que ya han terminado sus clases en mi curso de Electrónica Digital y están a punto de continuar su formación en el Senati.
Quiero agradecerles públicamente por su saber estar, por su cariño, por su buen humor, por su buena convivencia, por su flexibilidad y por su esfuerzo. Todos y cada uno de ustedes, en mayor o menor medida, han mostrado buen carácter para sacar los tareas adelante. Han sabido solucionar los problemas cotidianos por si mismos.
Sin ustedes no habría podido disfrutar de mi profesión. Sin vuestro ánimo y buenas palabras no habría ido cada día a trabajar con ganas de entrar en el aula. Sin ustedes me hubiera resultado ingrato el tiempo dedicado a preparar las clases. Porque con vosotros he podido experimentar, con mayor o menor éxito, otra forma de enseñar y aprender más memorable. Les debo igualmente disculpas por soportar posibles impertinencias, faltas de paciencia o por algo que se me escapo.
Sin ustedes no habría podido disfrutar de mi profesión. Sin vuestro ánimo y buenas palabras no habría ido cada día a trabajar con ganas de entrar en el aula. Sin ustedes me hubiera resultado ingrato el tiempo dedicado a preparar las clases. Porque con vosotros he podido experimentar, con mayor o menor éxito, otra forma de enseñar y aprender más memorable. Les debo igualmente disculpas por soportar posibles impertinencias, faltas de paciencia o por algo que se me escapo.
Uno a uno, son todos unos tipos fantásticos. Cada uno de ustedes sobresale en algo: bondad, memoria, ironía, tesón, viveza, sacrificio, competencias digitales, inquietud, agudeza, constancia, comprensión, cariño, experiencia personal, empatía, sensibilidad, buen carácter, discreción, tolerancia, resolución, ingenio, etc. Pese a ciertas obligaciones del Senati, que me obligan a calificarlos numéricamente, no son una cifra para mi. Cada uno de ustedes son únicos. Ojalá les siguiera disfrutando en mis clases. Aún así, confío en vuestros compañeros que vienen detrás. Estoy seguro, pese a los que no confían en la juventud actual, que serán buen ejemplo a los que los preceden.
Tras casi medio año con ustedes, pueden estar seguros de haber alcanzado todos los objetivos necesarios en buen profesional: conocimientos técnicos y competencias personales. Digan lo que les digan, son excelentes. Aún así, esto acaba de empezar, y vale la pena recordar que siempre podemos seguir aprendiendo para crecer como personas; que debemos hacer nuestro trabajo lo mejor posible. ¡Qué no sea por falta de ganas! Que no vale la pena la comparación constante. Que sí compensa el esfuerzo por aquello que es justo o favorable a otros.
Muchas gracias de nuevo por acompañarme en mi trabajo. Un trabajo que, ciertamente, es una parte importante de mi vida. Les echaré de menos. Me han hecho feliz.
Hasta pronto y que Dios los bendiga.
muchas gracias profesor igualmente se le agradecera la dedicacion de usted y las grandes enseñanzas que nos dio
ResponderEliminarno habrá mejor clase que de la usted
ResponderEliminargracias por la dedicación y la paciencia
igualmente bendiciones para usted