Mi querida hija… Todavía
recordamos aún como si fuera ayer cuando naciste… Cuando te tuvimos por vez
primera en nuestros brazos, pensamos que nombre podríamos ponerte, llenaste
nuestras vidas de dulzura, cariños y sentimientos. Ahora que has crecido, te abres
camino hacia tus metas. Nos sentimos orgullosos de ti hija, te vas haciendo una profesional médico y es donde
nos damos cuenta que nuestra lucha por darte una buena educación y un buen
ejemplo está dando frutos. Tus
cualidades te distinguen y no cabe duda de que un día tu talento te abrirá muchos caminos en tu vida…
Jamás me imagine que podría llegar
este instante tan maravilloso, verte haciendo tu primera cirugía, me siento
feliz por todo lo que estas logrando, hermosa hija. Estas construyendo un
hermoso futuro tal como lo deseabas. Ruego a Dios que te bendiga siempre, mis
felicitaciones de todo corazón.
Algo que nunca está de más repetirlo “Te amo hijita”
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