COMPROMISO COMO REGIDOR DE LOS OLIVOS 2015 -2018
Tener la oportunidad nuevamente de servir a la ciudadanía desde un cargo de elección popular, representa una gran responsabilidad que obliga a dedicar todas nuestras capacidades al servicio del ejercicio público para el que hemos sido electos. Ser nuevamente Regidor de mi distrito, es para mí un gran compromiso que enfrento con mucho entusiasmo y seriedad, asumiendo clara y responsablemente, tenemos en nuestras manos la oportunidad de seguir dándole un buen rumbo a Los Olivos, si actuamos con humildad, respeto, congruencia, tolerancia, entendimiento y sensibilidad política atendiendo las causas más urgentes en nuestro distrito. Hoy creo firmemente, que las autoridades electas en esta administración tienen un enorme compromiso con la ciudadanía, siendo el más importante continuar con una gestión exitosa del anterior alcalde el Dr. Felipe Castillo. Sin duda la manera de hacer política debe de ser distinta como siempre ha caracterizado a mi partido Siempre Unidos, estoy convencido de ello; la sociedad nos eligió para que hagamos el mejor papel, sé que mi Distrito lo necesita más que nunca, estoy dispuesto a trabajar por ella, entregarle lo mejor de mí y estar a la altura que este honroso cargo amerita.
COMPROMISO COMO TENIENTE ALCALDE DE LOS OLIVOS 2011 -2014
Permitidme que mis primeras palabras sean para intentar expresar emociones. Para explicar cómo me siento hoy, en este acto especialmente solemne.
Me siento profundamente honrado. Me siento pleno de ilusión y, al mismo tiempo, sereno y consciente de las responsabilidades que hoy asumo.
Tengo que estar agradecido a mucha gente: en primer lugar al Dr. Felipe Castillo. Un amigo, un vecino que empecé a conocerlo cada día mas como Alcalde cuando yo entré a trabajar con él, en 1996. Hacía dos meses que él había asumido su cargo en su 1° periodo y yo empezaba, más joven en ese entonces, una trayectoria en la municipalidad que me ha llevado donde hoy estoy.
Dr. Felipe Castillo un hombre que ha sabido liderar la gran transformación que Los Olivos ha experimentado en los últimos 15 años.
Un cambio que ha situado a nuestro distrito a un gran nivel. En el ámbito económico, en la mejora de las grandes infraestructuras, en su proyecto cultural, en equipamientos y servicios de primer orden, mejora de la calidad de vida. Ha sabido entender la necesidad de Los Olivos de ser innovadora, atrevida, abierta, cosmopolita, metropolitana y grande.
Hoy asumimos un gran reto personal y colectivo. No lo hacemos, sin embargo, partiendo de cero. Tenemos en nuestro haber varios años de trabajo hecho -y muy bien hecho- por los alcaldes y regidores que nos han precedido.
Nuestra ciudad tiene hoy todos los indicadores de una ciudad saludable, dinámica y vital. Disfrutamos de un crecimiento económico que supera al de nuestro entorno inmediato. Un progreso fundamentado en nuevos sectores económicos como la producción cultural, el turismo o las nuevas tecnologías que nos han permitido superar, definitivamente, a otros distritos.
Hoy, en definitiva, afloran nuevas incertidumbres y nuevas desigualdades. Hay ciudadanos que, legítimamente, sienten que no participan lo suficiente en el progreso global. Y es tarea de los gobiernos, y también de los gobiernos locales, actuar para hacer llegar a los ciudadanos los beneficios -concretos y palpables- de este crecimiento económico global.
Este es, en definitiva, el nuevo reto que tenemos ante nosotros: cómo dar respuesta, desde un proyecto social y de progreso, a estas nuevas realidades. Cómo, sin dejar de crecer económicamente, sin dejar de ser una ciudad abierta y cosmopolita, hacer de Los Olivos un ejemplo de cohesión social, de convivencia, de calidad de vida.
Como damos respuesta, buscando la igualdad y la justicia social, a los efectos no deseados del dinamismo creciente en la ciudad. Desde el uso del espacio público hasta la necesidad de más limpieza, más orden, más condiciones para la seguridad, de más vivienda asequible, de más transporte público para todo el mundo. En definitiva, de una mayor calidad de vida.
Mi compromiso pasa por dar sentido a los grandes conceptos desde la transformación de la realidad cotidiana. Yo no entiendo a Los Olivos grande, sin límites, que no sea capaz, al mismo tiempo, de permitir a cada uno de sus ciudadanos el desarrollo de su proyecto individual.
La gobernabilidad de las grandes ciudades únicamente se puede construir a partir de dos miradas complementarias: la mirada sobre la ciudad global y la mirada sobre la ciudad que viven los vecinos y las vecinas.
Pero esta mirada sobre la ciudad global no es suficiente. Hace falta que añadamos la mirada sobre la ciudad vivida. Que seamos capaces de identificar los nuevos retos y las nuevas oportunidades en el terreno local.
La seguridad, la gestión de la movilidad, la limpieza y el mantenimiento del espacio público forman parte del paquete de servicios mínimos indispensables a fin de que nuestro concepto de ciudad sea viable. Hablo concretamente de poner en valor los servicios municipales básicos, hablo de coordinación, hablo de recursos humanos suficientes y presentes siempre en el territorio.
Trabajaremos por la ciudad compacta, inclusiva, sin excepciones ni segregaciones. Seguiremos haciendo todo eso, y nuestro compromiso es innovar también en este terreno pero reconociendo la complejidad de los fenómenos que a menudo pasan las competencias municipales y los recursos disponibles.
La proximidad y el diálogo implican, por encima de todo, capacidad de escuchar, antes de decidir. Hoy en nuestra ciudad, en nuestros barrios, no se afronta ningún proyecto sin escuchar. Y creo firmemente que así tiene que seguir siendo.
Pero, al lado de la proximidad y el diálogo, creo que la firmeza, el rigor y la convicción son también valores fundamentales en el ejercicio de nuestras responsabilidades.
Firmeza, para defender aquello que claramente configura lo que entendemos como el interés general. Con otras palabras, el bien común.
Rigor, para hacer del ejercicio de gobernar una permanente muestra de honestidad personal y política, de competencia y solvencia, que nos obliga a cumplir con los compromisos, con la palabra dada, y también a saber decir NO cuando toca.
Y convicción, que quiere decir tomar decisiones sobre la base de los valores y creencias que configuran nuestro ideario político.
Quiero dirigirme también a los trabajadores y trabajadoras municipales. La Municipalidad como organización ha sido motor de transformación y cambio de esta ciudad. La contribución de todos juntos, vuestra complicidad, es imprescindible a fin de que lo continúe siendo en el futuro.
Tenemos la suerte de ser vecinos de Los Olivos, querida, envidiada por todos. De tener un Distrito bonito, culturalmente dinámico y arquitectónicamente cada día más brillante, de una ciudad pionera en la gestión del espacio público, valiente y creativa en la definición de nuevas soluciones a problemas nuevos.
Procuraré, humildemente, ser digno de la suerte que he tenido. La suerte de ser Olívense y, hoy, la suerte de recibir el inmenso honor de ser Teniente Alcalde.
Procuraré ser fiel a mis convicciones y liderar conjuntamente con el Dr. Castillo: el proyecto colectivo que es Los Olivos. Y procuraré hacerlo escuchando a todo el mundo, bajando siempre a pie por la calle, al lado de las personas, de los problemas, de la gente.
¡Viva Los Olivos!
Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de ti.
